El cuerpo de los que optan por la cremación se descompone rápidamente por efecto del calor durante la cremación y queda reducido a cenizas. Estas son las cenizas que se colocarán en una urna y seguirán siendo honradas después de la partida de un ser querido.
Un lugar de recogimiento para las familias y los seres queridos donde un conjunto de nichos permite la colocación de las urnas. Tanto interiores como exteriores, los columbarios se encuentran en los cementerios y complejos funerarios.
Una expresión de pesar y empatía de una persona hacia otra, a menudo cercana a la persona fallecida, para comulgar e intentar compartir el duelo, con el fin de aliviar su dolor de modo simbólico.
Conmemorar es celebrar juntos el recuerdo de una persona de modo solemne. La memoria del fallecido se honra con textos y fotografías para la posteridad.
Proceso de reducción del cuerpo de un difunto a cenizas por efecto del calor. Autorizada por la Iglesia desde 1963, la cremación no ha dejado de crecer y representa más del 70 % de los ritos funerarios desde 2012.
Término generalmente utilizado para referirse a la persona fallecida con respeto y bondad.
Contrato formal entre una persona y una empresa funeraria, en el que la persona decide el alcance de su ceremonia y se garantiza que la empresa funeraria seleccionada respetará sus últimos deseos. Se decide especialmente sobre cómo se tratará el cuerpo, cómo se llevará a cabo la ceremonia de despedida y dónde será la última morada del fallecido.
Un proceso natural que se produce tras la muerte de un ser querido. Cada uno tiene una forma diferente de vivirlo, aunque la mayoría de las veces se traduce en dolor y tristeza. Este dolor es, de hecho, universal, y le atribuimos varios síntomas entre los que se encuentran la angustia, la desesperación, la ira, la culpa o la negación.
Método de preservación de un cadáver mediante la difusión de un líquido conservante y antiséptico en las venas, arterias y cavidades corporales del difunto.
Es el conjunto de rituales organizados para celebrar la vida del fallecido y rendir un homenaje. Es el último rastro que les dejamos a nuestros descendientes y a nuestros seres queridos.
No es sinónimo de cremación; este proceso utiliza un calor muy elevado para reducir un objeto a cenizas. Para ser exactos, se habla de incineración para los objetos y de cremación para el cuerpo de un difunto.
Libro en el que se recopila y archiva la información sobre el fallecido, lo que permite a los visitantes de la funeraria reunirse en la última morada del difunto tantas veces como se desee.
Consiste en darle al cuerpo los cuidados de presentación necesarios para que los familiares puedan ver por última vez a la persona fallecida en el crematorio antes de despedirla. Esta reunión privada se reserva a los seres queridos por invitación, y según los deseos previos del fallecido a tal efecto (a diferencia de un velatorio público en la funeraria).
También conocida como «urna cineraria», la urna es un recipiente en el que se guardan las cenizas tras la cremación. La urna puede colocarse en muchos sitios diferentes, para convertirse en el lugar de recuerdo de los vivos.
Evento en el que el cuerpo del fallecido se dispone en un ataúd abierto, y cada persona que lo conocía puede verlo por última vez para darle el último adiós a la persona fallecida. El velatorio suele realizarse en una sala de la funeraria.